¡Regresemos en el Tiempo!

0
1496

El legendario diseñador italiano Giorgetto Giugiaro, nombrado Diseñador de Autos del Siglo en 1999, creó su más famoso concepto en 1974, y lo refinó para el año 1978. Éste diseño contaba con un motor trasero, carrocería en acero inoxidable y puertas de “alas de gaviota”. Esta es la historia del afamado vehículo que posteriormente fue inmortalizado en la gran pantalla, de mano de un entonces joven Michael J. Fox; su nombre, DMC DeLorean o DMC-12.

El fundador de Lotus y también diseñador Anthony Colin Bruce proporcionó el motor, un Renault V6. Las “alas de gaviota” en el diseño no eran un nuevo concepto para esos años, ya existían en ejemplares como el Mercedes-Benz 300 SL.

Estas puertas necesitaban de una adaptación especial: una barra de torsión criogénicamente torcida. También contaba con ventanas pequeñas que llamaban “ventanas de cabina de peajes”, porque apenas eran lo suficientemente grandes como para pagar un peaje. Uno de los problemas principales con este estilo de puertas son los estacionamientos, si alguien se estaciona demasiado cerca, es imposible salir o entrar al vehículo.

John Zachary DeLorean empezó como un ingeniero para Chrysler, y tras estancias en diversas marcas americanas, en el año 1964, tuvo la aclamada creación del Pontiac GTO. El carro le trajo una gran reputación a John DeLorean, marcó la identidad de la marca Pontiac como la división de vehículos de alto rendimiento de General Motors.

Para la década de 1970, John DeLorean estaba en la fila para ser presidente de General Motors, pero en 1974 renunció, aunque hubo rumores y críticas de que fue despedido. Entonces, echando mano de inversionistas famosos, John DeLorean fundó su propia compañía: la DeLorean Motor Company (DMC).

Se necesitaban más de 100 millones de dólares como inversión para la nueva compañía, se pidieron incentivos lucrativos de diversos gobiernos y organizaciones económicas para pagar la construcción de la empresa. Para obtener esto, se planeó construir la primera fábrica en un país con una alta tasa de desempleo, y en esos tiempos, un candidato perfecto fue Irlanda del Norte, donde el gobierno británico buscaba la creación de nuevos empleos para reducir la violencia callejera.

A pesar de múltiples problemas inusuales debido a la entonces inestabilidad política de Irlanda del Norte, para octubre de 1981 estaban exportando 1,800 carros. Sencillamente estaban atados a cumplir con sus acuerdos iniciales (contratar mucha gente, pagar bonos, pagar regalías, etc.).

Aunque la compañía había obtenido una pequeña ganancia, eran casi 5,000 unidades de vehículos que no estaban vendidas para junio de 1982. Tenían un alto costo para su época de 25,000 dólares, además que desarrollaron una mala reputación. Tuvieron 2,000 unidades en alerta de servicio, y problemas de desempeño en el primer lote.

Para febrero de 1982, DMC se encontraba en administración judicial, básicamente una bancarrota forzada, en mayo del mismo año, la producción se detuvo. Ya habían pasado por situaciones de falta de liquidez antes, pero el gobierno del Reino Unido, entonces bajo la conservadora Margaret Thatcher, ya no quería dar más dinero a una empresa americana.

Los rumores de la compañía sobre fraude, engañosas estructuras corporativas y posibles desvíos millonarios de dinero, no ayudaban a sus ventas.

Cuando DMC se declaró en bancarrota, la empresa Consolidated International Inc., dueña de las tiendas Big Lots!, compraron todas las partes de los DeLorean, y todas se fueron a almacenes. Ese parecería a primera vista el fin de la historia del DeLorean, hasta la película que lo hizo famoso de nuevo.

Volver al Futuro regresó a la moda el vehículo, pero tenía muchos conceptos nuevos que el carro original no tenía, necesitabas desplazarte a 88 mph para viajar en el tiempo, cuando el velocímetro original solo llegaba a 85 mph. Por supuesto, el fantasioso “capacitor de flujo” tampoco era parte del diseño original.

Tras el éxito de la película, surgieron compañías independientes, capaces de dar servicio y proveer partes a los DeLorean. También hubo una explosión de clubes de estos vehículos, y varios conforman comunidades, donde a la fecha, siguen haciendo modificaciones y mejoras a estos ejemplares.

Fotografía: Urías Daniel Suárez

Vestuario: Ignition, a quienes hacemos un especial agradecimiento